Era mi vida un rayo de luz,
fui como el viento, volé donde quise.
Sin más fronteras que mis propios límites,
sin más leyes que mi propia conciencia.
No hubo un detente de tal convicción
que interrumpiera el viaje de mis olas.
No hubo cadena, cerrojo o prisión
que diera tregua a mis alas en fuga.
Entonces te vi y cesó mi escape,
mi odisea gris, mi travesía libertina.
Me atrapó la fuerza de tu dulce mirada
y me ahogué en su mar de calma infinita.
Mi viste, te vi, y ya no fui libre,
en tus ojos verdes se perdió mi calma.
En el laberinto de las ventanas de tu alma
me fui adentrando en viaje sin retorno.
Ya no hubo destino a donde volar,
mas que tu mirada mágica y serena.
Me quedé encerrado en tu iris profundo
ya no salgo más de tus ojos verdes.
fui como el viento, volé donde quise.
Sin más fronteras que mis propios límites,
sin más leyes que mi propia conciencia.
No hubo un detente de tal convicción
que interrumpiera el viaje de mis olas.
No hubo cadena, cerrojo o prisión
que diera tregua a mis alas en fuga.
Entonces te vi y cesó mi escape,
mi odisea gris, mi travesía libertina.
Me atrapó la fuerza de tu dulce mirada
y me ahogué en su mar de calma infinita.
Mi viste, te vi, y ya no fui libre,
en tus ojos verdes se perdió mi calma.
En el laberinto de las ventanas de tu alma
me fui adentrando en viaje sin retorno.
Ya no hubo destino a donde volar,
mas que tu mirada mágica y serena.
Me quedé encerrado en tu iris profundo
ya no salgo más de tus ojos verdes.
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