Conocerte

Conocerte fue un colapso a mis zonas confortables
un replantearme el camino, todo en torno a tu presencia.
Se cayeron de improvisto al saber de tu existencia
mis mayores convicciones, mis creencias más estables.

Yo que iba tan tranquilo, con la vida ya resuelta
y de repente llegas tú con esa intensa mirada,
desmoronando de a poco, hasta que no quedó nada,
mis castillos de papel, mis tronos de cal y arena.

Tú reorientaste mis pasos, recalibraste mi rumbo,
me enredaste entre tus alas y me abandoné a tu vuelo,
y cuando ya me sentía en lo más alto de tu cielo
me soltaste de tu mano y me estrellé contra el mundo.

Y yo quería salvar algo; la dignidad por ejemplo,
pero también la perdí, rogando que no te fueras.
Y aunque eras mi sol y luz, y aunque te amaba de veras
de ti no me quedó más, que este vacío en el pecho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario