Amo y esclavo

¿Sabes una cosa?
no te lo había dicho
pero desde hace muchas lunas de plata
me cambiaste la vida.
De la manera más sencilla
con la táctica más simple:
el roce de tu cuerpo,
una mirada sutil,
un suspiro en el silencio.
Y quise llegar a ser
amo de tus labios
y esclavo de tus besos,
amo de tus manos
y esclavo de tus caricias,
amo de tus ojos
y esclavo de tu mirada.
Y sin saber cuándo, ni dónde,
y sin conocer el porqué;
soñé con un mundo para dos
viviendo en inevitable dependencia
tú de mí
yo de ti.

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